La Peregrina Magazine (c) Todos los Derechos Reservados, 2008-09

 Raquel

tiene la voz del profundo horizonte que se derrama allá en esa barrera entre lo incógnito y la mirada. Suave y dulce como el menudo cuerpo de la rama frágil que esconde su fuerza en la sonrisa. Debe ser muy fácil amar a esta muchacha y Pepe quizás sea uno de los pocos hombres tan dichosos como yo por tener un ángel al otro lado de su cama, o en la cocina preparando un café, tan poco celestial. No hace milagros, no concede ni un día más del que se tenga marcado, pero –ah, amigo– si te sonríe, puedes rozar el sol remolón del trópico que, al nacer, en el ocaso lánguido se recrea tanto como Narciso sobre las tranquilas aguas.
Raquel halla mis venas como la levedad de una mariposa que al tacto encuentra el néctar en el silencio de un convento. Y sangra de la rosa la espina ponzoñosa, del dedo el gavilán de la uña que clava en la carne el filoso dardo de la muerte.

David Lago González


(marzo 13, 2007)
Diseño: David Lago González. Portada de su libro "4to C"