Tras la ventana disecada
Lugar de espanto y cuadros viejos
donde sólo escuché las voces de los muertos,
trozos de aire de mis pies calcinados
sobre la mesa donde escribo el silencio.
Por unas cuantas monedas
pagué el más caro de los vinos
para abrir labios que se tiñeran de luz
En esta casa enferma y desconocida
escritura y puñal pactan la muerte.
Tras la ventana disecada
oigo el crujir de huesos.
Una bala silba a ras de mi cabeza
deseando abatirme.
Magy Trancho
La Peregrina Magazine (c) 2011
Obra:
Poesía, por Magy Trancho
Oleo sobre lienzo.