La espera y el después
He estado más de doce meses
acostumbrándome a la idea que morías
me he fabricado una coraza de mármol
fría descolorida fría.
Cada empezar de semana
nuevas ilusiones
tratamientos milagrosos
pociones chinas
un amor que vendría a salvarte.
Agoté todos los versos
imagen tras imagen
de mejores tiempos
tengo tatuada una sonrisa a medias.
Llegó el día un mes después
que saliste con espada en mano
a defenderme… una vez más.
Confieso que no me recupero
llevo un velo de tristeza perenne
nudos en el pecho
dedos que no logran entender
que no puedan discar tu número.
Imposible borrarte…
en cuatro años has ocupado
pedazos partes momentos
que nadie logra habitarlos.
Vuela alto
mándame una señal
quiero saber que has llegado
al jardín de tus sueños.
Manuel A. López