Diario de Sudáfrica II
(continuación)
Mireya Robles
Julio 20, 1985 – sábado,
Durban
El viernes, Anne, del Departamento de Francés, me invitó almorzar
en un restaurante que hay en el 5º piso de Garlicks, una tienda que es más o
menos como Macy's, o de mejor calidad. Después fuimos a montar los
"rickshas", una especie de coches tirados por zulus. Me retraté con
ellos. El ricksha, en un tiempo, fue un medio de transporte, pero
hoy se usa solamente para divertir a los turistas. Después fuimos a un mercado
de zulus donde hay kioscos de yaguas frente al mar y allí venden objetos de
artesanía hechos por ellos. Fuimos con Josephine, la sobrinita de Anne,
de 7 años y como son de Mauritius, hablaban en francés. Yo aproveché para
practicar algo. Ayer sábado por la tarde fui a decirle a la "matron",
Mrs. Morris, (que está a cargo de las cabañas), que el bombillo del
frente de mi cabaña estaba fundido. Fue muy amistosa conmigo.
Ya parece que se le pasó la ráfaga de frialdad "espantosa", como diría José, y
hasta me invitó a tomar "cane" (una bebida hecha de caña, como ron), mientras
ella disfrutaba su whisky. Resultó ser una persona interesante. Es
de Escocia y vivió muchos años en Kenya. Dice ella que el que vive en
África, cuando se va, siempre siente el llamado de esta tierra. Ella lo
sintió cuando fue a Escocia. Lo mismo le pasó a su hija cuando viajó al
extranjero. Aquí hay un pájaro grande, con patas de zancos, que
echa unos graznidos varias veces al día, que suenan como el llanto de un
bebé. Es el hadeda, pronunciado "jadidá". Cuando conversábamos Mrs.
Harris y yo, lo oímos. Me dijo ella entonces que su hija, cuando se fue
de África, en los momentos de mayor nostalgia, oía los graznidos, que los
sentía "deep in her heart", en lo más profundo de su ser, como un
llamado. Hoy salí con Francesca, una sudafricana de ascendencia italiana
que enseña francés. Tiene el pelo dorado y los ojos azules. Me
llevó hacia el norte, a la costa. En una playa que se llama Salt Rock,
paramos en un hotel a tomar un delicioso refresco, un Cola-Tonic con
limón. Caminamos largamente por la playa. La conversación fue
interesante e informativa. La vista desde la terraza del hotel era
fabulosa. Almorzamos en el Cabana Club Hotel y a la salida, vimos
un grupo de zulus danzando a la entrada. Los retraté. Hablamos de
una remota posibilidad de publicar mi novela, Combinado del Este a
través de la Universidad. Regresamos de noche. Al llegar aquí llamé
a Julia desde un teléfono público. Empezó a leer Hagiografía de
Narcisa la bella y está arrebatada con ella. La quiere poner de libro
de texto en un curso de literatura el próximo semestre. Me dio la noticia
del día: su caballo Xanadú ganó una competencia de salto el viernes.
lunes 22 – Asistí a una conferencia sobre la tradición oral, que
continuará hasta el miércoles. Podría haber sido interesante, pero
los profesores que hablaron, incluyendo uno de Harvard, parecían más muertos
que vivos. Por la noche presentaron una muestra de danzas con un
grupo de zulus migratorios llamado Abafana Bomoya. Usan algunos
instrumentos de la "civilización": violín, guitarras, etc. Pero el
tambor, aún muy afro.
martes 23 – Esta mañana me dirigía a Building Services para comprar
tablones y ladrillos para hacerme unos libreros, y Julia me alcanzó en el
camino. Me ahorró de caminar unos tres kilómetros bajo un sol que ya
empezaba a molestar. Me dijo que venía a verme sin saber si me
encontraría, ya que aún no tengo teléfono. Anduvimos en el carro unos
kilómetros hasta el Rob Roy Hotel. Tomamos un café en la terraza
que da al Valle de las Mil Colinas. Me pareció estar ante un panorama
espectacular, mágico. La conversación fue interesantísima. Me habló de su
marido griego, quien según ella, recibe mensajes cósmicos. Ellos
frecuentan un centro de mediums y ya le dije que quiero ir. Esto no se
comenta aquí en círculos académicos donde no se supone que un científico sea
medium.
Noticias varias: Hay un estado de emergencia en algunas ciudades.
Esto quiere decir que se pueden hacer arrestos sin presentar causas.
Aprendí algunas cosas: Los negros usan autobuses verdes a los que les llaman
"mambas", como a las serpientes que hay en Sudáfrica. Los blancos usan
los autobuses de la Línea Azul (the Blue Line). Las universidades están
segregadas, pero si en una universidad no ofrecen los cursos que el estudiante
negro necesita para su carrera, puede asistir a la universidad de los
blancos. Me dicen que hay un sistema de cuotas mediante el cual,
solamente un por ciento de estudiantes no-blancos pueden asistir a las
universidades de blancos. La Universidad de Natal en Durban se ha opuesto
a este sistema y ha propuesto que se matriculen aquí todos los alumnos que
necesiten estudiar los cursos que se ofrecen en esta universidad.
Anoche fui a cenar con Geneviêve, profesota de francés, al Club de la
Universidad. Una mujer con una elegancia natural, de voz un poco
ahogada. Me recuerda a las actrices de la década del 40. Fuimos
después a la conferencia. Muy interesante. Poetas negros africanos que
recitaron su poesía. Vino un jefe zulu, Ka Majozi, que se presentó con su
"imbongi", Ngu Thanduxolo Ximba. El imbongi es un poeta que canta
alabanzas. Según explicó Majozi, a él le hace bien tener un imbongi
porque eso lo estimula a vivir a la altura de las alabanzas. Su imbongi
es muy joven. Había un imbongi Xhosa (pronunciado Kosa y chasqueando la
lengua), que se llama David Manisi, que es un improvisador. El profesor
Opland lo alabó mucho por su facilidad para improvisar. Y yo pensando en
los guajiros cubanos que iban a Caimanera con sus guitarras y sacaban décimas
con cualquier tema que se les diera, con una facilidad asombrosa. Durante
el día hablaron varios profesores africanos pero no pude oírlos. Tuve que
llenar papeles y más papeles y mandar fotocopias de documentos al Departamento
del Interior, la Administración de la Universidad, etc. Siento no haberlos
oído. Sé que me hubieran interesado.
miércoles 24 – Noticias varias: La ropa en las tiendas del centro,
es lindísima. Moderna, casi toda de algodón. Hay luchas sangrientas entre
las tribus africanas. Hay facciones distintas. Aún no sé por qué
guerrean. Uno de los poetas de anoche se refirió a esto. También,
Chief Majozi habló de un encuentro entre la policía (blancos) contra
alumnos negros que se rebelaron en una escuela pidiendo justicia.
Aparentemente, Majozi sirvió de intermediario para aliviar la situación porque
a partir de entonces, este jovencito que era alumno de la escuela, le pidió a
Majozi que le permitiera ser su imbongi, su cantor de alabanzas.
jueves 25 – Anoche fui en autobús con el grupo de la conferencia
sobre "Oral Tradition and Literacy", a Killie Campbell Africana Library.
Interesante. Después nos llevaron a cenar a Le Montmartre, un
restaurante en el centro de Durban. La cena excelente, pero en mí, ese
malestar que me causa los eventos sociales. Sí me enteré, en el curso de
la cena, de algunas cosas interesantes: Los negros quieren representantes
auténticos en el gobierno local. Creen que los negros que los están
representando son escogidos y manipulados por el gobierno de P.W. Botha.
Algunos negros que quieren representantes elegidos por ellos, matan a los
negros empleados por el gobierno. Además, hay muchas otras cosas que piden
y se ha sembrado el temor de que no habrá solución sin gran derramamiento de
sangre. En el "Daily News" se publicó ayer la noticia de que arrestaron a
653 personas en Johannesburg. Bishop Desmond Tutu y Chief Mangosutu
Buthelezi están descontentos con la situación. Buthelezi protestó porque
los negros quemaron a una mujer negra porque creían que era espía del
gobierno. He leído también que Francia retiró su embajador y Estados
Unidos no ha devuelto el suyo. Entre otras noticias: Rock Hudson grave en
París.
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