Cuando él nació su madre estaba tan ocupada descifrando los enigmas del abandono que olvidó ponerle nombre. Fue más tarde amamantándolo cuando sintió el murmullo del mar, gigantescas olas dibujaban su nombre. Eso fue lo que ella dijo. Nadie creía esa historia, aunque él recordaba un gusto salado brotando de los pechos de su madre y oía su voz poniéndole al fin un nombre: MICHA.
Su nombre fue como un presagio. Nunca le gustó mucho. Cómo pudo ella torcerle así los caminos. Si se llamara Juan, Jacinto, Roberto, pero no, tenía que llamarse MICHA. No sabía hasta cuando.
Advertía cómo su nombre se adueñaba de él. Delante del espejo la ropa de su hermana, falda suave, blusa ceñida, tacones rojos. Sus manos temblaban dibujándole otra cara. Era su primera vez, caminó hasta la playa, la noche era su aliada, llanto-rimel, negación total. Los tacones se hundían y el MICHA maldecía su nombre, culpable de esa luz que le salía de los ojos cuando Julio cubría su cuerpo de arena, piernas abiertas, ganas a punto de despertar. Él sentía cómo sus pies se agarraban a la tierra, las raíces se iban humedeciendo. Agua tibia espesa saliéndole de las entrañas.
Entró al mar. Quería lavar el pecado pero lo sentía correr por su sangre, llegar a su cabeza, explotar en cientos de colores que se convertían en arcoiris. Julio lo llamaba Micha-amor, Micha-ternura, era su nombre que dicho por aquella boca lo purificaba. Arrancó sus ropas. El abandono fue total. Era libre.
Miriam Bermúdez
Miriam Bermúdez. Actriz con una larga trayectoria que inicia en los 80's en su natal Cuba. Allí trabajó en el grupo de Teatro Rumbo de Pinar del Rio y el proyecto Puestas Adentro, Asociación Hermanos Saiz. Bermúdez participó también en el montaje de Bodas de Sangre, dirigido por Berta Martínez en Teatro Rumbo. En Miami ha formado parte de varias puestas en escena del colectivo teatral Havana Fama dirigido y fundado por Juan Roca. En esta compañía ha interpretado roles protagónicos en obras del Teatro Cubano y del repertorio universal, entre ellas: El Barrio de Colón de Raúl de Cárdenas, El último Bolero de Cristina Rebull, La Cenicienta en Hialeah de Roberto Antino y Las galas del difunto de Vallé Inclán dirigido por Barbara Safille, entre otras. Ha participado en varias Lecturas Dramatizadas del Instituto Cultural René Ariza (ICRA) en las que se destacan Los Siervos de Virgilio Piñera, y El mayor general hablará de Teogonía, ambas piezas bajo la dirección de Yvonne López Arenal. Flores no me pongan de Rita Martin en la cual asumió el rol protagónico y la dirección, y Una rosa para Catalina Lasa de Rosa Ileana Boudet bajo la dirección de Eddy Díaz Souza. En el 2008 participó en Day by day dirigido por Mayra Marrero. En el año 2009 fue una de las protagonistas de la obra La noche de Eva de Yvonne López ArenaL presentada en el Festival de Teattro Cubano en un Acto organizado por Teatro Retablo en la ciudad de New York. La Noche de Eva recibió el “Outstanding Visinting Production” que otorga la Hispanic Organization of Latin Actors de New York. Es miembro de la mesa directiva de Akuara Teatro, compañia teatral recientemente fundada en el sur de la Florida. Asimismo participó en el estreno en Miami de La noche de Eva interpretando el rol de Simone. La obra obtuvo de las mejores críticas en la temporada teatral de verano.
La Peregrina Magazine (c) 2010