El valle
Yo siempre he sido un valle, al que regresan las muchachas heridas por el mar. He estado aquí por varios siglos, callado, con mis árboles. Un valle es un espacio largo que presiente a la muerte, y que en las noches le abre sus recodos al río, al cielo que lo juzga. La lluvia, las tinieblas, la aurora: todo ha crecido en mí con desmesura y con dolor. Tú has caminado sobre mi pecho sin mirarme. Te has sentado en mis ojos, has llorado en mi boca, le has hablado a mis pájaros. Un valle se deshace con el tiempo, con el infame amor, con la sequía. Un valle no es un hombre, que renace en las sombras.
Pedro A. Assef
La Peregrina Magazine (c) 2011